Playmobil custom: La Parca

Otra calaca, pero made in casa

Hace unos meses empecé el que tal vez fue mi proyecto más ambicioso en materia de personalizar palymobiles, sobre todo porque no era para mí, sino a pedido de mi amigo Alvaro. Pero mi impaciencia y falta de experiencia hicieron que me demorara más de la cuenta y no con los resultados que tenía en mente.

Trabajo en progreso: la idea era hacerlo lo más cadavérico posible así que le desbasté bastante el cuerpo a tal fin. Entre los planes estaban una capa que lo cubriera y algunos otros detalles.

La cabeza fue modelada completamente y a mano. No usé moldes ni cabezas originales como base. También la guadaña está hecha a mano, sobre una varilla de plástico, por lo cual el palo quedó algo grueso.

Después del primer intento de pintura tuve problemas porque hice una imprimación con la pintura plateada que siempre uso, pero el color negro no se agarrraba encima. Tuve que despintar todo e imprimar con primer en aerosol para plásticos.

Finalmente decidí cambiarle el brazo izquierdo por uno más sano y barnizar toda la figura para proteger la figura. No era mi idea que quedara tan brillante, pero la cabeza quedó en blanco mate y creo que contrasta bien.

El paso siguiente fue ponerle una capucha, y también tuve complicaciones con eso. Pero al final no quedó tan mal, aunque tampoco es del todo lo que tenía en mente.

La guadaña quedó algo pesada, pero no creo que sea tan grave. Las articulaciones del muñeco quedaron bastante ajustadas, a excepción del cuello que se mueve con normalidad.

Y ya que estaba en plan de representar a la muerte, quise experimentar un poco más y darle un medio de movilidad, al estilo de los 4 jinetes del Apocalipsis. Empecé con una estructura de alambre tratando de respetar las proporciones de un caballo playmobil original.

Fui agregando de a poco masilla para lograr un caballo esquelético. Podría haberlo detallado más pero quería que conservara las formas de un caballo playmobil. Después un poco de color y barniz brillante para proteger la pintura.

En esta foto todavía no esta barnizado el caballo y solo tiene una capa de color. El haberle hecho una pata levantada le resto estabilidad, pero con el peso del muñeco encima se equilibra bastante.

Modelo terminado. Comenzado a  principios de julio si mal no recuerdo, fue entregado a su nuevo dueño hace una semana. 

Al ser tan grueso el palo de la guadaña entra muy ajustada en la mano y por la fricción la pintura empezó a salirse. Estoy planeando hacer una guadaña nueva. Ya hice un hacha y quedó bastante bien, así que creo que puedo hacerla mejor.

 -Si me tiras te mato... de nuevo.

El muñeco queda algo ladeado sobre el caballo porque por las modificaciones que le hice en las botas no entra del todo en la montura. Mi error fue hacer las pruebas con otra figura sin modificar. De todas formas compensa así la inestabilidad del caballo. Así quedará.

 --¡Corre Tiro al Blanco!... digo... ¿Cómo te llamas?

La capucha puede levantarse de atrás para darle más dinamismo a la figura cuando va montada en el caballo.

-Sin manos.

Mathilde demuestra sus habilidades como jinete.

¡Fiesta de hachas!

Ya sé que no son todas hachas, pero... no quería volver a decir... fiesta de máscaras.

-Yo te bautizo... ¡Peste!

-Devuélveme el caballo niña.

Después de un largo tiempo finalmente fue entregado a Alvaro y pudo reunirse con sus compañeros espectrales.

La colección completa.

Aparentemente a Alvaro le gustó pues ya me pidió otro. Lo bueno es que ya lo tengo casi terminado, aunque no saqué fotos del trabajo en progreso. Debe ser que me estoy volviendo más eficiente haciendo esto, o que ya me estoy empezando a aburrir... a veces extraño aquellos lejanos tiempos donde salía a cazar robots transformables baratos y llenos de fallas. Por el momento no se puede. No hay capital para eso. Más adelante tal vez. Más adelante...