Este mes se cumplieron 60 años del nacimiento
del bicho en cuestión, y por eso aprovecho para mostrar una de tantas cosas que
tengo atrasadas.
Ya había hablado del personaje en sí en otra
entrada, pero podría agregar que hace unas semanas se estrenó una nueva
película de Godzilla aunque (una vez más) hecha en USA y no en Japón. Todavía
no la vi, y esperemos que valga la pena. Por lo pronto puedo decir que no me
gusta mucho el diseño de Godzilla. Quisieron hacerlo realista, pero los brazos
se ven muy chiquitos, las piernas muy anchas pero como tubos, y los pies
chicos. El cuello es muy ancho y parece corto, y la cabeza me recuerda a un
perro (si no vieron la película pueden buscar imágenes por ahí. Incluso los
bocetos prometían más).
Volvamos al juguete chino, que nada tiene que
ver con el Godzilla 2014.
Así lo encontré en un puesto ambulante, con
una etiqueta en el cuello y cargando las consecuencias de estar a la intemperie
en la peatonal de Córdoba (plástico reseco por acción del sol de diciembre y
suciedad de palomas).