Llegó Halloween y la
oportunidad de mostrar un playmobil personalizado. Esta vez viene con caja hecha
para la ocasión y una mascota no tan tierna.
Primero la caja: En
realidad la caja fue lo último que hice pero es lo que se ve primero. Tomé como
ejemplo las cajas de los playmobil specials pero la hice de menor tamaño. Tiene
10cm x 7,5cm x 3,5cm.
El diseño salió
relativamente bien aunque hubo algunas diferencias de color que se hicieron
obvias al momento de imprimir. De todas formas no quedó tan mal.
El único
inconveniente fue no conseguir un cartón más fino con la resistencia necesaria.
Por eso no quedó tan bien el armado de la caja. Tampoco quedó del todo mal.
Atrás se ve el
contenido de la caja y algunas especificaciones o los datos que siempre
aparecen.
Otra diferencia de
diseño es la forma en que se abre la tapa. Como tenía dos posibles imágenes
para la tapa decidí aprovecharlos y también incluir la otra.
Usé como base a uno
de los últimos playmobil que había comprado, ya que me facilitó mucho las cosas
por su estado.
Al muñeco le reformé
una pierna, le modifiqué el cuello para que quedara a “medio” degollar y le hice
algunas tripas sangrantes para rellenar el hueco en su estómago.
Le “saqué” un ojo y
al otro se lo resalté en relieve y después lo pinté en rojo para que pareciera
más zombie y menos playmobil que no vio el tren.
El brazo esquelético
está reciclado de cuando hice el terminator y al final no lo usé. Después pasó
por el playmobil parca y terminó acá.
El gato está
modelado en masilla epoxi y pintado con pinturas acrílicas.
Para la sangre usé
esmalte para uñas rojo.
Es bastante común de ver playmobil convertidos en zombies, algunos con diseños complejos y muy elaborados, y otros que aprovechan muñecos dañados para usarlos de base. Eso fue lo que hice yo, pero con un diseño relativamente simple. No quería alterar mucho la identidad del playmobil.
Cuento:
Había una vez un
playmobil zombie que salió de una caja.
Estaba algo
confundido y no sabía a dónde ir.
No estaba muy seguro
de lo que un zombie tiene que hacer. Se alegró al ver que no estaba solo.
Entonces pensó que
si ya tenía un amigo, podía tener más amigos. Los zombies tienen mala fama. Eso
es todo.
Solo necesitaba sonreír.
Siendo amable todo se consigue.
Posiblemente alguna
buena persona llenaría su estómago.
Le prestaría un
zapato.
Y tal vez le
prestaría una oreja a su amigo. Aún no había dicho nada pero seguro que tiene
mucho para contar.
Aunque parece que le
gusta mostrarse indiferente.
Entonces llega el
doctor, y preocupado al ver tantas heridas expuestas se prepara para
trabajar.
Pero tratándose de zombies
hambrientos, las cosas nunca salen bien. El instinto siempre es más fuerte.
Por suerte llega Mathilde
para poner todo en orden.
Y después todos se
amigan y se van a festejar Halloween juntos o algo.
FIN
De BONUS TRACK, la imagen
de tapa.
Cool!
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