¿Por que?
Siempre hay una razón para todo.
¿Por qué un día se me ocurrió armar esto sabiendo que hay blogs (muy profesionales algunos, otros tienen fotos muy buenas pero son ilegibles por la falta de redacción o el exceso de errores) de coleccionismo de absolutamente todo? Y más aún cuando mi colección de juguetes no llega a los talones de ninguna que haya visto en la web?
Por culpa de la web misma.
Poder tener contacto con imágenes de colecciones y cosas que alguna vez quise tener reflotaron mi amor por las porquerías de plástico y a la vez me dieron la ocasión de adquirir cosas para mi propia colección. Al principio fotos y después la oportunidad de comprar a distancia. Pero para eso hay que tener con qué pagar.
Finalmente pude comprar algo por correo, y en la espera de eso, me decidí a armar un blog con cosas que había comprado en los últimos meses (y es que últimamente he adquirido varias cosas, superando mi promedio de 1 compra al año en lo que a juguetes se refiere).
A partir de ahora tal vez empiece a mostrar cosas más viejas pues no creo poder seguir con el ritmo de compra (y porque no he visto nada interesante/accesible por los lugares que frecuento). Igual mi presupuesto volvió a cero.
Será el momento entonces de empezar a restaurar algunas de mis adquisiciones y hasta mostrar algunas de mis creaciones.
Además creo que esto no se trata sólo de los “chiches” mostrados, sino también de las historias que se desprenden de ellos; historias que tal vez algún día serán contadas. Tal vez por ellos mismos. Espero que no.
Nota: sólo quiero expresar que no soy un profesional en materia de personalizar/modificar/reparar, no tengo herramientas ni materiales específicos (como los que se usan para maquetería, por Ej.). Sólo busco en algunos casos modificarlos para que se vean más similares a los originales (pero a mi manera, si quisiera originales no compraría otra cosa), o resaltar alguna característica del objeto en cuestión, dejando de lado la pulcritud y el detallismo. Tal vez tengan una estética cruda, pero efectiva para mí. Y cuando son insalvables las apariencias prefiero no tocarlos.
Como ya dije antes no me considero un coleccionista a conciencia. Simplemente junto algunas cosas que me gustan y están al alcance, sin rebuscármelas demasiado. Aunque algunas veces he caminado bastante para conseguirlos.
Pero esa es otra historia...